martes, 2 de octubre de 2012

La historia corta de octubre. Dedicadas a Eduardo Galeano (II)


En la sociedad de los cazadores kebal, cuando los hombres se van de caza, las mujeres se anotan una cuenta al cuello por cada día que pasan lejos de sus compañeros.

En el caso de Aristi, su hombre partió hace ya más de doscientos veinte meses lunares, lo que en nuestro tiempo equivale a unos diecisiete años. El collar es tan largo, que le da muchas vueltas al cuello. Le dificulta al caminar, le pesa al andar, y le molesta cuando trata de averiguar si entre las partidas de caza que retoran de la selva se encuentra su compañero.

Las cuentas del collar le pesan; pero más le pesa su soledad.

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