-¿Truco o traco?-le preguntaron al viejo señor.
-¿Vosotros sois los de la cabalgata?¿Los que tiráis los caramelos así de
fuerte?-y entonces el anciano introdujo la mano en la bolsa de caramelos y, con
furia casi homicida, los arrojó con ímpetu contra los niños. Éstos, armados del
botín recogido a lo largo de toda la noche, respondieron al fuego con fuego.
La batalla campal (Primera Guerra de Halloween de San Blas, para los
registros), se saldó con contusiones de diversa consideración, varios rapados
por chicle y un par de diabetes.
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