¿Se puede convertir una tesis doctoral en un libro, y que este sea divertido? Cristina Martínez ha tratado de demostrarlo y, a fe mía, no le ha salido mal el empeño. Cristina Martínez leyó su tesis en junio de 2014, un texto académico de topotocientas páginas con un título muy largo pero un tema muy sugerente: cómo son los integrantes de la cultura friki (si no sabéis lo que es, os emplazo a enteraros directamente a través del libro), en particular en España. Con el objeto de documentarse para su tesis, la doctoranda se entrevistó con mucha gente y se paseó por numerosos eventos frikis, y a su vez, cuando terminó, había foros que estaban deseando que compartiera sus conclusiones, e individuos que tenían ganas de hincarle el diente a esta radiografía del frikismo, siempre que pudieran encontrar un formato más abordable. Y entre la Editorial Apache y la autora, han hecho este resumen asequible (menos de 300 páginas) para que pueda disfrutarse de su lectura.
Cristina Martínez analiza el mundo friki, en concreto en España, en un tono didáctico, pero al mismo tiempo con perspectiva científica: nos abre el apetito con una introducción histórica, realiza una clasificación de los distintos tipos humanos que pueden hallarse en el entorno friki, y entra en la parte de investigación a partir de una serie de encuestas que ha realizado entre individuos clasificados como frikis y no frikis, para intentar encontrar las diferencias (y semejanzas) que se dan entre ambos colectivos en cuanto a aficiones, formas de entretenimiento, modos de consumo, o maneras de entender conceptos como la amistad, el amor, la ideología política, la sexualidad... De esta manera, a través de tablas y estadísticas (no demasiado complicadas para los no expertos) encontramos los aspectos diferenciales de aquellas personas catalogadas a sí mismos como "frikis", aunque también se desmontan una serie de estereotipos, o se abren cajones con nuevos interrogantes. De todas formas, la cosa no se queda sólo en números y gráficos, sino que a través de una serie de "testimonios de vida", la autora consigue que individuos desconocidos nos abran su corazoncito y lleguemos a empatizar en gran medida con sus actitudes. Dicen que cuando comprendes a alguien de verdad, terminas amándolo (o que sólo cuando le amas le comprendes de verdad), y está claro que Cristina Martínez consigue que "amemos" a alguno de los sujetos de su muestra.
Como en alguna otra ocasión, he de confesar que escribo esta crónica con cierta parcialidad: me he encontrado con Cristina en varias ocasiones, una vestida de un personaje de Terry Pratchett (os dejo averiguar cuál), y en otro evento nos realizó a los allí presentes una pequeña disertación no sobre el tema de la tesis en sí, pero acerca de un asunto paralelo. Cristina tiene la cualidad, en directo, de derrochar una enorme simpatía -la cual no va reñida con una gran profundidad de análisis-, y ambas cosas se transmiten y son capaces de palparse sobre el papel. Así que si os atrevéis, podréis decir que habéis leído por diversión una tesis doctoral y no (como hacemos casi todos) solamente la parte de los agradecimientos -¡aunque sabemos que ésta la vais a mirar también!-. Os dejo a vosotros decidir si le daríais el cum laude.