En "El Gato de Hubble", durante dos programas nos decidimos a hablar de abejas. Pero no de manera metafórica (como para explicar las relaciones entre "papás y mamás", o como hacen en "20.000 especies de abejas"; por cierto, el sistema de diferenciación sexual de las abejas es apasionante), sino real. Y, como veréis en el programa, somos grandes fans de estos insectos a rayas (como le ocurre a "Mr. Holmes", las defendemos a muerte, mientras que odiamos las avispas). Pero es que además de entusiasmarnos su biología -que tratamos sobre todo en el primer episodio-, Daniel nos contó su experiencia particular como apicultor, en particular en el segundo programa, dedicado a "Colmenas", donde describió detalles increíbles que ni siquiera habíamos pensado (y alguno que se le olvidó: ¿sabéis que las celdillas de las colmenas en realidad son circulares, y es la gravedad y la interacción entre sí lo que las vuelve hexagonales?).
En definitiva, la experiencia de primera mano de Daniel nos hizo redescubrir a unos bichillos que son muy importantes para nosotros -en gran parte, su supervivencia es la nuestra- y que, aunque nunca podremos comprender del todo, nos han incitado a interesarnos más sobre su vida y la de los apicultores que se dedican a trabajar con ellas. Como suele ocurrir, ha sido de esos programas que me encantan porque yo no sabía nada del tema y, después de meterme, quería conocer mucho más. Espero que los disfrutéis. Zumbad a gusto hasta la próxima.
Posdata: respondiendo a dos preguntas que surgieron durante los podcast, yo personalmente he encontrado varios casos recientes de mujeres apicultoras, y me han descubierto una escena en vivo y en directo en el que llaman a un apicultor para resolver un problema de enjambre, aunque no se resolvió exactamente igual que como nos lo contó Dani, quizá porque tuvo lugar durante un torneo de tenis de renombre mundial.