lunes, 14 de abril de 2025

El libro de abril: "Cosas que nunca creeríais", de Rodrigo Quian Quiroga

"Cosas que nunca creeríais" es un libro escrito por Rodrigo Quian Quiroga, físico y neurocientífico argentino conocido especialmente por descubrir las "neuronas de concepto", es decir, neuronas que se activan específicamente al evocar una noción muy concreta, por ejemplo, la figura de un famoso (de hecho, popularmente se las conoce como "neuronas de Jennifer Anniston", porque durante el experimento encontraron una neurona que se activaba cada vez que el paciente oía este nombre o veía una foto de la popular actriz). El libro toma como punto de partida afamadas películas de ciencia ficción como Blade Runner, Hasta el fin del mundo, 2001, El planeta de los simios, Minority Report, Matrix, Origen (Inception), las sagas de Star Trek y Star Wars, Abre los ojos o Desafìo total para preguntarse por las atrevidas predicciones científicas a las que apuntan (la inmortalidad, el control de los sueños, la creación de cyborgs, la implantación de nuevos recuerdos o la eliminación de memorias), y también algunas de las dudas existenciales que el hombre se ha planteado desde el inicio de los tiempos: ¿es posible que vivamos en una simulación?; ¿es real el libre albedrío?; ¿cuál es la base de nuestra identidad?; ¿qué diferencia la inteligencia de un ser humano de la de un animal y una máquina? Como veis, el libro combina cine con filosofía (Descartes, Platón, Kant o Humes son fuentes recurrentes, aunque también Borges o los más reconocidos físicos), pero, además, pone todas estas hipótesis y especulaciones en contraste con los últimos avances de la neurociencia, que ha conseguido, de manera reciente, logros tan importantes como activar neuronas a nivel individual, discerniendo los mecanismos íntimos por los cuales opera nuestro cerebro; que los pensamientos de nuestra mente sean capaces de mover brazos mecánicos, o estimular músculos con los que había perdido el contacto; traducir imágenes y sonidos en señales eléctricas, para que así los discapacitados recuperen ciertos sentidos; inducir falsos recuerdos, o reproducir el contenido de sueños. Obviamente, todos estos éxitos son preliminares (buena parte se han llevado a cabo sólo en animales), requieren en general de alta tecnología muy invasiva y poseen sus limitaciones éticas y técnicas, pero es curioso pensar que muchas de las cuestiones que han planteado los grandes autores de ciencia ficción se hallan hoy relativamente cerca de conseguirse, y permiten aproximarse a la resolución de interrogantes esenciales acerca no sólo de cómo funciona nuestro cerebro, sino hasta qué punto nuestra memoria o nuestra identidad dependen de las conexiones entre las neuronas (algo más complicado, sin embargo, resulta contestar a los viejos dilemas filosóficos, aunque Rodrigo Quian Quiroga se arriesga en más de una ocasión). En ese sentido, un libro fundamental para aquellos a quienes les interesen las grandes cuestiones en torno al hombre. ¿El único pero? Pues que es un texto que, por su propia naturaleza, en la vanguardia del conocimiento, está condenado a quedarse desactualizado en poco tiempo, y de hecho, por ejemplo, cuando habla de inteligencia artificial, da la sensación de que la realidad se está adelantando a la página impresa. Pero eso no es demérito del libro, el cual, por el contrario, aspira a crear una nueva forma de hacer filosofía y a replantearse de forma distinta una serie de interrogantes que, sin duda, nos perseguirán de manera intemporal y, seguramente, imperecedera. Al fin y al cabo, que nos hagamos esas preguntas forma parte de nuestro ADN y es inherente a aquello que (sea lo que sea) nos hace humanos.

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