Cuando
la Parca venga a buscarme, no la insultéis, ni le indiquéis mal el camino: a
una señora mayor hay que invitarla a un sillón cómodo y ofrecerle un té, para
que se sienta cómoda.
Cuando
la Parca me lleve, no quiero llantos ni miedos. Montad en cambio una fiesta:
poned música, proyectad cine, traed libros. Comed como si fuera el último día,
porque puede serlo; recomendaos series para los próximos seis meses, porque hay
que aprovechar el tiempo.
Gastaos
poco dinero en mi funeral: invertidlo mejor en viajes. Si es posible, que mi
ataúd sea biodegradable: no quiero robarle nada a la Tierra, ahora que vuelvo a
ella. En la fiesta, poned contenedores para reciclaje: porque este planeta nos
tiene que durar mucho, también para los que no estamos.
Y
esa noche, cuando gocéis del tiempo con vuestras parejas, o con un individuo
desconocido que os guste, follad, follad muchísimo, y hacedlo a mi salud.
Vuestra alegría es el mejor homenaje que podéis darme.
Cuando
la Parca venga a buscarme, recordad: la muerte no es un mal final, siempre que
hayas vivido.