El otro día me hicieron este regalo de pequeña historia, y yo lo comparto con vosotros. Buenos días:
Se acostaron, a la suave brisa del ventilador que apenas podía mitigar el calor del verano. Ella le dijo: "Hueles a patatas fritas"con una sonrisa.
A la mañana siguiente, sólo habìa migajas.
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