lunes, 24 de abril de 2023

La historia real de abril: nueva temporada de "El Gato de Hubble"


Nuevo logo de El Gato de Hubble para esta temporada

Después de mucho tiempo esperándolo, tenemos programa de estreno como parte de una nueva temporada de El Gato de Hubble, ese entrañable podcast que combina ciencia y humor con el que colaboro de vez en cuando. En este episodio que antecede a los nuevos temas que trae esta temporada -los cuales, ya os aventuro yo, pintan muy interesantes- hablamos de cómo ha quedado el mundo una vez pasada la época más crítica del COVID-19: después de una breve introducción sobre lo que la pandemia ha supuesto en términos sanitarios, nos metemos en sus consecuencias en el mundo de la economía, tanto global como personal, en particular respecto al teletrabajo (ahí quizá nos ha faltado hablar de los nómadas digitales y de la influencia que están teniendo en la gentrificación y la disneyficación de las ciudades; por otra parte, podríamos haber mencionado, en el apartado de empresas que se oponen al teletrabajo, la posible repercusión que éste podría ejercer en descender los precios de las casas del centro de las ciudades y, por tanto, en las rentabilidad de las compañías más potentes a nivel inmobiliario, a pesar de que éstas aduzcan otras razones), así como el papel que la COVID ha jugado en la educación, la salud mental o nuestra propia percepción del mundo.

En general, creo que, a lo largo del programa hemos hecho un esfuerzo por destacar los cambios para mejor (aunque, como dice la entradilla de presentación, no siempre ha sido fácil). Porque, retomando una interesante reflexión de Daniel al final, el primer instinto es siempre fijarse en lo malo, pero también ha habido (durante la pandemia) mucho de positivo, de solidaridad y de colaboración mutua, a pesar de que lo fácil que es que nos pase desapercibido, con eso de que hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece. Espero que os guste el programa y, siguiendo con el espíritu positivo, que os dé pie para nuevas y fructíferas reflexiones. Un saludo.

lunes, 17 de abril de 2023

El libro de abril: "Algo nuevo en los cielos", de Antonio Martínez Ron


No voy a ocultar que siento una gran admiración por Antonio Martínez Ron (@aberron en redes), uno de los divulgadores científicos más destacados de nuestro país, y que nos ha ofrecido desde hace mucho tiempo toda clase de historias alucinantes relacionadas con la ciencia, en una enorme variedad de formatos. Por eso, cuando anunció que tenía libro nuevo, "el más bonito del mundo" en sus palabras, lo apunté en mi lista de deseos, y un alma bien pensante tuvo a bien regalármelo. Además, junto con "Memorial del convento" de Saramago (por otras razones, relacionado también con los cielos), y en los momentos previos a un viaje en globo. Como os podéis figurar, en mejor compañía no podía estar.

En efecto, Martínez Ron nos propone un viaje, o mejor dicho, varios viajes: hacia arriba, hacia las diferentes capas de la atmósfera, mostrándote su funcionamiento, y también en la Historia, desgranándote las andanzas de los individuos que desentrañaron los secretos del cielo, y también los que se atrevieron a adentrarse en él (literalmente), volando cada vez más alto y más rápido, hasta cotas inaccesibles para cualquier ser humano.

El libro contiene multitud de anécdotas, relatos sorprendentes, puntos de vista en los que no habíamos pensado nunca: desde cómo los fenómenos climatológicos pueden deducirse a partir de un par de directrices básicas, hasta qué comentan en primera persona aquellos que se han visto engullidos -a miles de metros de altura y sin apenas protección- por el fragor de una tormenta, pasando por la carrera épica por dilucidar quién sería el primero en desarrollar una predicción más o menos certera del tiempo meteorológico. Descubriréis la definición de alpenglow, a los grandes exploradores y científicos que a su vez fueron aeronautas y montañeros, o nombres injustamente olvidados como Otto Lilienthal o Emilio Herrera.

A pesar de sus más de 700 páginas (yo os recomiendo, sobre todo si lo vais a leer en la cama, un cojín especial para sostener libros), no se hace en ningún momento pesado ni repetitivo, sino que siempre quieres más. Si acaso, un par de defectos (tengo que meterlos para que veáis que no me pagan por la reseña): me da la sensación de que hay secciones de la estructura de la atmósfera y de la historia de la aeronáutica que se quedan un poco en el aire, no sé si por abreviar o porque el autor creía que no nos resultarían interesantes (en contraposición, las explicaciones son hasta excesivamente didácticas, casi para niños). Y tengo que confesar que los momentos en que leemos testimonios directos de los pioneros de la ciencia y el vuelo, con su lenguaje arcaico, me decepcionaron un poco (por otra parte, ahí se nota el ímprobo esfuerzo de documentación, que sin duda se combina con una tremenda erudición para sacar a cuento todas las referencias literarias, históricas, artísticas y conceptuales de algo tan ubicuo como son los cielos).

Sin embargo, la verdad, tiene mucho mérito que un tema que a mí personalmente nunca me ha atraído demasiado, como la meteorología, me haya mantenido enganchado a lo largo de tantas páginas y días. Martínez Ron combina su faceta de periodista (sobre todo a la hora de comunicar mediante diversos métodos, y para estar al tanto de las últimas noticias) con el de historiador de la ciencia y escritor, pues logra que múltiples vivencias individuales cobren sentido como parte de un todo. Leyéndole a él, he recordado no sólo mi viaje en globo, o aquel en el que tuve la suerte de avistar las montañas del Himalaya sobre un mar de nubes, sino que he vuelto a mirar con ilusión al cielo, ese lugar tan lleno de maravillas que a veces, por cotidianas, nos pasan desapercibidas. Así que yo recomiendo que os dejéis llevar por Antonio Martínez Ron en este trayecto para redescubrir un lugar tan fascinante como el océano de cielo en el que vivimos -una atmósfera, como recalca el autor, más extraordinaria que la que hallaríamos en otros mundos-. Sobre todo si podéis leer el libro tumbados sobre una pradera, intentando adivinar, como cuando éramos niños, qué forma tienen las nubes...


En el centro de la imagen, el Everest, cubierto por nubes. A la derecha, el Llhotse, de cumbre más irregular y plana. Por delante, campos de nubes, a semejanza de ovejas sobresaliendo entre blancos prados. Imagen del autor desde avión comercial.

jueves, 13 de abril de 2023

La historia corta de abril: "Recursos humanos"

            Un alcalde de un pueblo pequeño negociaba con el consorcio de un aeropuerto el dinero que le iban a pagar al pueblo en concepto de molestias por los ruidos de los aviones.

            -Exijo que me paguéis una cantidad por cada avión que pase por encima del pueblo.

            Los del consorcio accedieron; total, ¿cómo iba a saber él el número de aviones que pasaban cada día? Entonces, el alcalde se acercó a la plaza del pueblo, y se dirigió a los típicos abuelos que se hallan todo el día sentados en un banco de la plaza.

            -Por cada avión que contéis, os dois cinco céntimos.

            El alcalde tuvo durante todo un día a los abuelos escrutando el cielo, contando aviones.

sábado, 1 de abril de 2023

Las películas de abril: "Brain Runner. Cinéfila-mente"

Imagen para la charla de Brain Runner diseñada a través de Stable Diffusion

He tenido oportunidad, una vez más, en el Espacio Fundación Telefónica, como parte de la exposición "Cerebro(s)", de dar una charla: "Brain Runner. Cinéfila-mente", donde hablo acerca de cómo el cine ha reflejado el funcionamiento del cerebro y las enfermedades mentales. Espero que os guste, en lo que toca a cine y en lo que toca a ciencia. En este enlace tenéis la charla directamente en Youtube. Un saludo.