Después de mucho tiempo esperándolo, tenemos programa de estreno como parte de una nueva temporada de El Gato de Hubble, ese entrañable podcast que combina ciencia y humor con el que colaboro de vez en cuando. En este episodio que antecede a los nuevos temas que trae esta temporada -los cuales, ya os aventuro yo, pintan muy interesantes- hablamos de cómo ha quedado el mundo una vez pasada la época más crítica del COVID-19: después de una breve introducción sobre lo que la pandemia ha supuesto en términos sanitarios, nos metemos en sus consecuencias en el mundo de la economía, tanto global como personal, en particular respecto al teletrabajo (ahí quizá nos ha faltado hablar de los nómadas digitales y de la influencia que están teniendo en la gentrificación y la disneyficación de las ciudades; por otra parte, podríamos haber mencionado, en el apartado de empresas que se oponen al teletrabajo, la posible repercusión que éste podría ejercer en descender los precios de las casas del centro de las ciudades y, por tanto, en las rentabilidad de las compañías más potentes a nivel inmobiliario, a pesar de que éstas aduzcan otras razones), así como el papel que la COVID ha jugado en la educación, la salud mental o nuestra propia percepción del mundo.
En general, creo que, a lo largo del programa hemos hecho un esfuerzo por destacar los cambios para mejor (aunque, como dice la entradilla de presentación, no siempre ha sido fácil). Porque, retomando una interesante reflexión de Daniel al final, el primer instinto es siempre fijarse en lo malo, pero también ha habido (durante la pandemia) mucho de positivo, de solidaridad y de colaboración mutua, a pesar de que lo fácil que es que nos pase desapercibido, con eso de que hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece. Espero que os guste el programa y, siguiendo con el espíritu positivo, que os dé pie para nuevas y fructíferas reflexiones. Un saludo.
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