Sobre
dioses y días
Un día Cristo volvió a la tierra en forma
de fantasma. Primero asustó a unos pocos con la sábana santa encima, sin mala
intención, sólo para divertirse. Luego, se lo tomó en serio y estuvo predicando
un tiempo. Entonces, le cogieron cuatro tipos, le secuestraron, le torturaron,
le juzgaron, le pusieron un capirote y un traje ridículo, en contraposición con
los trajes negros de los captores. Al final, le hicieron arder en nombre de
Cristo y de la Santa Inquisición.
*
Un día maté a
una hormiga, pisándola sin querer. Me apené profundamente por ello. Peor el
resto de las hormigas no supieron apreciar mi gesto. Treparon sobre mí con
cuerdas y hachas, me derribaron, me llevaron a su escondite y me royeron hasta
los huesos.
El problema
es que el resto de las hormigas aprendieron.
*
Un día se
presentó Dios delante del primer Papa, San Pedro, para decirle todo lo que
estaban haciendo mal. El obispo de Roma, que ya le había cogido tirria desde su
época de discípulo, le encerró en una celda y tiró la llave. Como le dio por
resistir al fuego y al hambre, ahora malvive en una mazmorra del Vaticano. De
vez en cuando, cuando el Papa tiene dudas, se acerca a la puerta de la prisión,
y anota lo que dice el anciano colérico a través de la mordaza, construyendo
con aquellas exclamaciones farfullantes una encíclica. Pero, como es lógico,
todas son falsas, porque en realidad lo que Dios no para de repetir es que de
una vez, maldita sea, le dejen salir.
Yo estuve unos años interna ( mi generación ohhh...) y recuerdo que en Semana Santa lloraba por Cristo, no sabía muy bien el porqué, pero lloraba, un día mi madre me encontró en esa situación y me dijo "pero hija mia que haces llorando, dile a las monjas que no te cuenten cuentos"...La verdad el del fantasma me recuerda todo esto, es muy bueno Emilio.
ResponderEliminarMe encanta tu anécdota
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