lunes, 19 de agosto de 2019

El relato de agosto. Cuentos fantásticos (X): "Tengo sueños"

Tengo sueños

            El otro día soñé con unos animales terribles.

          Tenían el aspecto de un inmenso perro, de ésos cubiertos de pelo por todas partes, sobre todo en las cejas, que eran  gruesas y del mismo color castaño del pelo, tan profusas que hasta les cubrían los ojos. Pero lo más llamativo de estos seres es que eran de un tamaño descomunal para su especie, como la mitad de un ser humano, y que poseían unos dientes afiladísimos, sobre todo un par de colmillos situados a ambos lados y procedentes de la mandíbula inferior, dos caninos que asemejaban puñales a punto de clavarse sobre el primer ser humano que encontrasen a mano. Estos animales, en sus luchas intestinas, eran también agresivos, salvajes, los colmillos se clavaban sobre la piel de sus rivales, y sin embargo a ratos, cuando no había enfrentamiento, podían ser estremecedoramente tiernos, y sus lenguas se cruzaban en cariñosos lametazos, con las terribles cuchillas que tenían en sus fauces como testigos mudos del amor entre aquellas criaturas que parecían surgidas del abismo.

            Lo más curioso era la forma en que estos seres daban a luz: eran vivíparos, pero expulsaban a sus hijos a través de sus pies, de las palmas almohadilladas, con los retoños aún por nacer rasgando a través de la piel, royendo con sus colmillos, rompiendo músculos y nervios en un tremendo sufrimiento para la madre, la cual, en medio del terrible parto, perdía toda su fiereza para transformar su cuerpo en el más agudo y concentrado sentimiento de dolor...

            Escribo esto, porque considero que al contarlo como historia, lo restrinjo al terreno de la fantasía, y se vuelve imposible que se haga real.

            Pero también es verdad que el Necronomicon de Lovecraft empezó como una anotación en un relato, y de creérselo tanta gente, han acabado por aparecer Necronomicones en todas las bibliotecas, y se ha convertido ya en un hecho convulsamente real.

            ¿Habré creado a unos monstruos tan terribles, de esta manera?¿Aparecerán algún día en un catálogo de especies zoológicas?

            Y de ser así, si esto ocurre, ¿vendrán entonces a por mí?

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