Hace un par de semanas, una lectora (y muy íntima amiga) me interpelaba en Facebook así:
Querido escritor:
Obviamente, la pregunta tiene su problemática, así que me he tomado mi tiempo para elaborar una respuesta, que procedo a transcribir aquí porque quizás, dentro de unos días, cuando os hayáis recuperado de la borrachera y los atracones de esta noche, os pueda ser útil de cara a buscar futuras perspectivas literarias (o posibles regalos del día de Reyes).
La respuesta dice así:
Querida lectora:
Hacer recomendaciones ya sabes que es realmente complicado. Más todavía para un año, que vete tú a saber lo que puede pasar de allí a entonces y qué te puede apetecer leer. Pero venga, vamos a intentar hacer una recopilación, a ver si te convence al menos alguno.
ENERO: Pues ya que está "La vida de Pi" en los cines, te lo puedes leer antes de que alguien te destripe el final. Además, este libro de Yann Martel, entre otras cosas, va sobre la esperanza, y siempre es bueno empezar con este sentimiento cualquier nuevo año.
FEBRERO: Como todavía hace frío, algo que te haga entrar en calor. Nada mejor que un "Viaje al centro de la tierra", de Julio Verne, que aparte de volcanes tiene una narración llena de aventuras, lo cual siempre distrae del mal tiempo reinante.
MARZO: Llegando la primavera, toca prepararse para volar. Los "Cuentos por teléfono" de Gianni Rodari son un canto a la imaginación y a la posibilidad de que con cada viaje nos acerquemos un poquito más a casa.
ABRIL: Cayendo la lluvia por las ventanas, destilemos una suave melancolía. "Almas grises", de Philippe Claudel, es de este tipo de libros que te pone triste, pero cuando más deprimido te vuelve, más necesitas desesperadamente continuar con él.
MAYO: Vuelve el buen tiempo y las correrías de los niños. "El camino" de Delibes describe las diversiones y andanzas de un niño en su pueblo, pero también otros momentos más duros aunque igual de humanos. Si queremos sólo quedarnos con la parte lúdica, no sería mal momento para volver a echarle otro vistazo a "Las aventuras de Tom Sawyer".
JUNIO: Como andaremos seguramente planeando viajes a parajes exóticos, nada mejor que "Novecento. La leyenda del pianista en el océano", de Alessandro Baricco, que nos inspirará a desplazarnos a lugares lejanos, seguramente en barco.
JULIO: El verano es un tiempo para la introspección y para conocerse a uno mismo, lejos de los ajetreos diarios. No estaría mal entonces "Solaris", de Stanislav Lem, que en buena parte pretende preguntarse cuáles son nuestros dilemas, y las obsesiones que nos atrapan.
AGOSTO: Cuando uno va de viaje, yo recomendo siempre leer un libro ambientado en el lugar que vamos a visitar. Por ejemplo, si te desplazas a Cuba, "Nuestro hombre en La Habana", una graciosísima novela de Graham Greene que además nos entretendrá entre hueco y hueco durante el trayecto.
SEPTIEMBRE: Volver al trabajo siempre tiene un punto de desánimo. Si realmente deseas enfrentarte a ello (o comparar cómo en algunos sitios se está peor), le puedes echar un nuevo vistazo a "El troll" a ver si a fuerza de exponerte te curas de espanto. Si no, mi mejor recomendación es evasión al máximo: mundos exóticos y fantásticos, cuanto más lejanos mejor. Michael Ende, Terry Pratchett, o "El diablo en la botella y otros cuentos", de Stevenson, sobre todo para darse cuenta de que a veces no hay nada mejor que una deliciosa y aburrida vida normal. En el apartado más infantil (o de retorno a la infancia, si se quiere, ya que empieza la vuelta al cole), alguno de los hilarantes libros de la colección de "El pequeño Nicolás" de Goscinny podrían ejercer el mismo efecto reconfortante.
OCTUBRE: Mes de Halloween, tocará terror. Y nada mejor que los clásicos: Bram Stoker, Mary Shelley, Poe... Pero si los tienes muy vistos, "La piel fría", de Alberto Sánchez Piñol, ofrece desasosiego y tensión a partes iguales, en una novela española y contemporánea que tiene aroma decimonónico y ecos que nos suenan mucho más franceses o anglosajones que de nuestra tierra patria, pero fue un gra éxito en Cataluña hace un par de años.
NOVIEMBRE: Ya empezamos a prepararnos para el invierno, para encender los fuegos, y quizás sea el momento ahora que aún conservamos las fuerzas, para la revolución. "Diez días que estremecieron al mundo", de John Reed, es un fascinante relato periodístico en primera persona de la experiencia del autor durante la Revolución Rusa de 1917, narrado con toda la fuerza del martillo de los acontecimientos ejerciendo su descarga implacable sobre la historia. Otra opción alternativa, más castiza y a la vez surrealista, sería "El maestro Juan Martínez que estaba allí", donde quizás el corresponsal español más famoso de la historia, Manuel Chaves Nogales, explora qué pinta un cantaor flamenco en mitad de la revolución rusa (aunque éste, al no habérmelo leído yo mismo, me resisto un poco a recomendarlo). En todo caso, buen momento para empezar a escoger un sitio calentito en la biblioteca del barrio.
DICIEMBRE: Cerramos el ciclo. Diciembre es un mes muy navideño, y, como tal, proliferan mensajes sobre la vida de Jesús, y a partir de ahí, sobre lo enigmático de su vida y, por extensión, sobre cualquier misterio en general. "El enigma del cuatro", de Ian Caldwell y Dustin Thomason, es de los pocos libros de intriga histórica que realmente me han cautivado, ambientado además en un mes de invierno y, sobre todo, también con un cierto punto para la esperanza, con la cual también hay que acabar el año además de empezarlo. Para que así, entre un cabo y otro, siga habiendo futuro continuamente a nuestro alrededor.
Espero que mis recomendaciones te hayan convencido y, tanto si es así como si no, que tengas buena suerte para el año que empieza, tanto para las historias que lleguen a tus manos, como para las que protagonices tú misma y otros lean (esto va, por extensión, para todos los lectores del blog).
Atentamente, con cariño,
Emilio Tejera (el del 2012. Dentro de unos días, conoceréis al de 2013).
Espero que mis recomendaciones te hayan convencido y, tanto si es así como si no, que tengas buena suerte para el año que empieza, tanto para las historias que lleguen a tus manos, como para las que protagonices tú misma y otros lean (esto va, por extensión, para todos los lectores del blog).
Atentamente, con cariño,
Emilio Tejera (el del 2012. Dentro de unos días, conoceréis al de 2013).
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