Aquí van, por si os resuelven algún regalo que os resulta particularmente difícil:
-"Un par de manos. Cocinera y doncella en los años 30": Mónica Dickens es bisnieta del famoso escritor Charles Dickens, de quien sin duda heredó la ironía y un original sentido de la narrativa. La futura escritora quiso durante un tiempo ganarse por sí misma la vida como cocinera (aunque en ocasiones tuvo que ampliar sus labores al servicio doméstico) y, al narrarlo, nos desgrana la interioridad de las casas británicas no desde la severidad de "Lo que queda del día" ni la trastienda de "Gosford Park", sino desde un punto de vista muy humano, donde amos, criados, niñeras y vendedores tienen todos sus defectos, sus guerras internas y sus meteduras de pata (que tratan de disimular en ocasiones con gran descaro). La imperfección puesta por escrito. Algo de crítica social tiene, pero, sobre todo, mucho humor.
-"Trieste", de Jan Morris. Morris es conocida por sus vibrantes descripciones de algunas ciudades famosas ("Venecia", "Manhattan 45"), pero a mí me impresiona en gran medida que me desvele los detalles de una zona de Italia que no conozco demasiado. Hay además algo especial en Trieste, esa urbe en mitad de oriente y occidente, entre el presente y el pasado, heredera de algún imperio y disputada por varios países, consciente de que ha vivido tiempos mejores, pero a la que le toca afrontar el futuro. Lo que más me impresiona es que, probablemente, si viajo a Trieste, no encontraré la misma ciudad porque, en buena parte, todo lugar forma parte de la experiencia del que la cuenta, y la Trieste de Morris es, sobre todo, un territorio más para ser evocado que vivido.
-Kenneth Cook tiene una trilogía ("El koala asesino", "El lagarto astronauta" y "El canguro alcohólico") de relatos de ficción -aunque transmiten la sensación de un cierto realismo- ambientados en el inhóspito territorio australiano, donde cocodrilos, tiburones, serpientes y canguros pueden matarte, pero wallabis, koalas o ratas son capaces de hacerte bastante pupita. Por si los animales peligrosos fueran poco, la natural idiosincrasia de los parroquianos (quienes, en palabra de Cook, pueden tolerar que les robes, les dispares o secuestres a su familia, pero nunca, jamás, que rechaces una cerveza) y otras peculiaridades del lugar hacen que cada desterillante aventura narrada por Cook suponga un desafío al acto de seguir vivo. Recomendado si no tenéis ganas de viajar a Australia porque, tras leer estos libros, de opinión no vais a cambiar.
-El título de "Las cenizas de Ángela" de Frank McCourt no le sonará desapercibido a muchos, pero quisiera destacar que, aparte de ser claramente lo que parece (es decir, la calamitosa y lacrimógena descripción de una harapienta infancia irlandesa), es, ante todo, un libro con un humor muy especial. Quizás humor de miseria, de ése en el que te ríes por no llorar porque pocas opciones te quedan, pero también porque, sólo en un lugar tan terrible, las escenas más surrealistas son posibles. Es ese sentido, preparad los pañuelos, pero también las carcajadas.
-Por último, un libro que todavía tengo a medias, pero lo que llevo leído de "Sinopsis de cine 3" de Ángel Sanchidrián me indica que el autor madrileño ha vuelto con todo su fulgor a destriparnos nuestras películas favoritas con esa prosa tan descacharrante que te dobla por la mitad (de risa) y al mismo tiempo le pega hachazos al sentido de la cordura. La irreverencia de este hilarante libro (con más de veinte expresiones diferentes para el acto de tocarse las partes pudendas femeninas) no tiene parangón. Para regalar a cualquiera salvo a las mentes más pacatas, no sea que les dé un infarto.