lunes, 16 de diciembre de 2024

Los libros de diciembre: inspirados en sucesos reales

Tres narraciones basadas en historiales reales pero que están muy cerca de la ficción, entre otras cosas, porque emplean recursos propios de la novela para cautivarnos. Muy recomendables todas:

-A plena luz, de J.R. Moehringer. Basado inicialmente en un artículo de prensa, este libro cuenta la historia de un legendario atracador de bancos de la época de Gran Depresión que sale de la cárcel ya anciano gracias a la influencia de unos periodistas que le exigen a cambio que, durante un día, les lleve por las zonas de Nueva York que pueden explicar su trayectoria vital. El autor -antiguo periodista- utiliza de manera excelente la alternancia entre recuerdos, sucesos del presente y analogías en todas las direcciones para trazar un retrato de un atípico ladrón de bancos (que lee a Dante y tiene el humor cínico de un reventador de cajas fuertes) que está cargado de frases ingeniosas y de personajes inolvidables. No se lee, se devora.

-En Las futbolistas que desafiaron a Mussolini, Federica Seneghini relata de manera novelada (pero en realidad se inspira en investigaciones periodísticas) los avatares de un grupo de chicas que, en la Italia de Mussolini, se empeñaron en montar el primer equipo de fútbol femenino, y de todos los inconvenientes que tuvieron que afrontar. Aparte de describir las siempre indignantes consecuencias del fascismo, quizá lo que más duele de todas sus desventuras es que muchas de las actitudes y sucesos nos las podríamos encontrar perfectamente hoy en día, sobre todo ahora que machistas y fascistas se exhiben sin ningún rubor.

-El affaire Arnolfini, de Jean-Philippe Postel. Muchos conoceréis este cuadro, enclavado en la National Gallery de Londres (por cierto: es pequeñísimo), y que ha sido cúmulo de un sinfín de especulaciones. Pues bien, este ensayo, que en parte se maneja como libro de misterio. trata de sacarle punta a todos y cada uno de los posibles detallitos de la pintura, hasta encontrar interpretaciones sorprendentes, y que van mucho más allá de lo que pueden imaginar nuestros ojos a simple vista. ¿Un par de peros? Como siempre que hablamos de simbología en el arte, cada afirmación que se enuncia podría ser cierta, pero también sería factible su contraria; y, por otro lado, el autor trata de deducir mucho a partir de detalles que no sólo cuesta ver en la pintura en su tamaño original, sino hasta después de ampliarla varias veces. Para amantes de los juegos de detectives en el arte.

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