Emilio Tejera. Página de escritor
¿Por qué estamos aquí? Porque nos gusta lo curioso, lo sorprendente, lo interesante, lo inusual, lo que engrandece al ser humano, lo que lo redime de vez en cuando. Por eso nos apasionan las historias: porque hayan ocurrido o no, de alguna manera es real.
lunes, 7 de julio de 2025
El libro y las historias reales de julio: "Atlas novelado de los volcanes de Islandia"
martes, 1 de julio de 2025
La historia corta de julio: "Cuando la Parca venga a buscarme"
Cuando
la Parca venga a buscarme, no la insultéis, ni le indiquéis mal el camino: a
una señora mayor hay que invitarla a un sillón cómodo y ofrecerle un té, para
que se sienta cómoda.
Cuando
la Parca me lleve, no quiero llantos ni miedos. Montad en cambio una fiesta:
poned música, proyectad cine, traed libros. Comed como si fuera el último día,
porque puede serlo; recomendaos series para los próximos seis meses, porque hay
que aprovechar el tiempo.
Gastaos
poco dinero en mi funeral: invertidlo mejor en viajes. Si es posible, que mi
ataúd sea biodegradable: no quiero robarle nada a la Tierra, ahora que vuelvo a
ella. En la fiesta, poned contenedores para reciclaje: porque este planeta nos
tiene que durar mucho, también para los que no estamos.
Y
esa noche, cuando gocéis del tiempo con vuestras parejas, o con un individuo
desconocido que os guste, follad, follad muchísimo, y hacedlo a mi salud.
Vuestra alegría es el mejor homenaje que podéis darme.
Cuando
la Parca venga a buscarme, recordad: la muerte no es un mal final, siempre que
hayas vivido.
lunes, 23 de junio de 2025
Los libros de junio: una serie de obras concatenadas
Pocos saben que Robert Louis Stevenson, el escritor (autor del "Dr. Jekyll y Mr. Hyde" y "La isla del tesoro", entre otras) era desdendiente de una estirpe de ingenieros civiles especializados en la construcción de faros, como marcamos a continuación en este árbol familiar (extraído de la Wikipedia), donde podéis ver el recuadro que sañala al escritor, en la parte de abajo a la derecha:
lunes, 16 de junio de 2025
La historia corta de junio: "Me ha robado el corazón"
En
2024, en Gales, un ladrón fue detenido porque irrumpió en una casa, se cocinó
la comida, la sirvió con vino y, a continuación, empezó a hacer las labores domésticas.
Entre otras cosas, tendió la ropa, vació un contenedor de reciclaje, fregó el
suelo y reordenó ciertos elementos de la vivienda. Cuando se fue de la casa,
dejó una nota que decía: “No te preocupes, sé feliz”. Había llevado a cabo un
procedimiento muy parecido en otras moradas. Lo que sigue a continuación es una
ficción.
No voy a negárselo. Parte de mi motivación fue el
dinero. O, mejor dicho, la carencia de él. Pero me repugna robar, y no me
considero un ladrón. En efecto, yo entré en esa casa, me serví de sus útiles de
cocina y tomé parte de sus alimentos, pero lo pagué con mi trabajo: si se da
cuenta, realicé unas cuantas tareas del hogar. Vale que cuando me cuelo en una
residencia y lavo la ropa, incluyo también la mía, pero le estoy ahorrando un
rato de esfuerzo a los habitantes del sitio. Encima, les reorganicé el jardín,
que lo tenían muy descuidado; guardé la compra, que habían dejado tirada por
ahí; y reestructuré los armarios, que tenían hechos un desastre. Me apuesto lo
que quiera a que no han cambiado la reordenación que le hice, porque les viene
mejor. Hasta cabría decirse que les he hecho un favor.
Además,
todos los domicilios en los que he entrado tienen algo en común. Pasaba cerca
de ellos con frecuencia en mi camino a buscar trabajo, y me daba la sensación
de que los que allí vivían no aprovechaban plenamente sus vidas. Tenían buenas
casas, trabajos acomodados, una existencia (sobre el papel) feliz, y nunca
parecían tener tiempo para arreglar los pequeños desperfectos de su hogar, ni
tampoco se sentían -aparentemente- a gusto. Me da la sensación de que nunca han
valorado más lo que tenían dentro de sus viviendas hasta que no ha entrado alguien
que les ha hecho sentir que podían perderlas. Yo, en cambio, he aprovechado hasta
el tuétano todo lo que ellos habían despreciado. Las comodidades están para usarse;
de no ser así, carecen de sentido.
No
sé, señor juez. Para mí sería ideal un intercambio de ese estilo: comida y un
lugar donde reposar a cambio de trabajos. No es que me disguste ser un ladrón
original: qué más quisiera yo que adoptar la fama de aquel a quien la policía pilló en una casa porque se había quedado a leer un libro tan interesante que se le fue el santo al cielo. Me gustó cuando en Twitter hicieron chistes de mí llamádome "el ladrón con el TOC de la limpieza" y comparándome con el anuncio de "Don Limpio". Pero sigo sin considerarme
a mí mismo un criminal. No sé qué opina usted.
El juez meditó.
-¿Se pasa por mi residencia, mañana a las seis?-preguntó.
El acusado asintió:
-Deme la dirección, y acudiré encantado.
lunes, 9 de junio de 2025
La historial real de junio: más hilos en Bluesky
Seguimos con hilos de Bluesky. Reciclamos un hilo de Twitter que no pudimos colgar en otro formato acerca del hombre que pudo ser Hitler en lugar de ser Hitler; relacionado con eso, un minihilo sobre el final de Klaus Barbie ("el carnicero de Lyon", un torturador nazi implacable, responsable del asesinato y deportación de miles de personas). Además, y también en clave política, aunque con un giro totalmente diferente, tenéis éste sobre las piquiponadas, unos pequeños destellos de ingenio que son más de Rajoy que de Gómez de la Serna. Que los disfrutéis, todos ellos. Un saludo.
domingo, 1 de junio de 2025
El relato de junio: "La mula Francis en la corte del rey Trump"
“Francis, la mula parlante” es un personaje de ficción que apareció en 1950 en un film estadounidense homónimo en el cual dicho animal hablaba y le daba consejos a un soldado no muy despierto, en contraste con el ingenio cáustico del equino. He querido imaginarme cómo sería la vida de la mula Francis si le diera por aparecer en estos tiempos tan bestias que vivimos.
ALGÚN LUGAR DE
ESTADOS UNIDOS. AÑO 2023.
Todo comenzó en el parque de caravanas donde J.D.
Vance iba a pasar sus vacaciones. Allí, se sentaba en un taburete y leía el
periódico en pantalones cortos, con los pies metidos dentro de una piscina
hinchable de plástico rellena de agua, para así recordar cómo eran sus
vacaciones de verano cuando era niño. Por suerte, ahora ni él ni su familia
vivían allí, pero volvía de vez en cuando para recordar que, si le ponía mucho
esfuerzo y el Partido Republicano trabajaba duro, era posible que, algún día,
todos los norteamericanos tuvieran una infancia como la suya.
Fue
entonces cuando escuchó cómo alguien le hablaba a su espalda con una voz sonora
y bien modulada:
-Oiga,
amigo, ¿ha visto lo que el idiota de Trump está haciendo?
-Pues
sí, es un cernícalo de marca mayor, y se lo digo yo, que he visto muchos.
Aunque es verdad que le sigue mucha gente.
-¿Y
no cree, amigo, que alguien debería salir por la tele y decirle a la gente que
ese hombre es un maldito ignorante? Y no me refiero adónde ha estudiado, sino
que no para de decir sandeces.
-En
efecto, alguien debería hacerlo.
-¿Y
no ha pensado en que ese alguien sea usted?
-¿Yo?
Pues…
El
problema es que, cuando Vance se dio la vuelta para contestar no vio a nadie.
-Oiga,
¿dónde está?
-Aquí.
-¿Cómo
aquí? Aquí no hay nada salvo…
-Yo.
-¡Una
mula!¡Una mula que habla!
-Francis,
para servirle.
-¿Francis?¡Pero
si eso es nombre de chico!
-No
entremos en la cuestión del género, ¿quiere? Qué obsesión tiene la gente por
categorizar… Llámeme simplemente Francis, y con eso estaremos todos contentos.
-Bueno,
Francis, como usted quiera… Si a mí lo que me sorprendía era que una mula estuviera
charlando conmigo. ¿Dónde ha aprendido usted mi idioma?
-Que
dónde he aprendido yo… Qué pregunta. En una escuela pública estadounidense no,
desde luego. Con el poco dinero que invierten ustedes en ella, sería imposible.
-Oiga,
¿se está metiendo con mi país?¡Porque América es una gran nación!
-Luego
discutiremos si su país se llama o no América, pero de momento, volvamos a lo
importante: ¿no ha pensado usted en hacerme caso, e irse a protestar contra
Trump en la televisión nacional, ahora que se ha hecho usted famoso con su
libro y su película?
-Ah,
¿las conoce usted?¿Qué tal, le han gustado?
-Bueno,
un poco autoindulgentes y con tendencia a la inacción, si quiere que le diga la
verdad. Aunque he de decir que simpatizo con el hecho de que ponga el foco en
las personas más desfavorecidas… Pero dejémonos de crítica literaria -zanjó la
mula, antes de que Vance pudiera poner reparos-. Ahora, retornando al meollo de
nuestro asunto: si conseguimos apartar a ese cretino de Trump de la carrera a
las elecciones, y evitamos que salga elegido en 2024, es posible que el país
haga algo decente por la gente que vive en los parques de caravanas, y les
ayude a estar un poco mejor.
-Hmm,
bueno, eso estaría bien, la verdad.
-Pues
habrá que ir a Washington entonces.
-¿A
Washington?¿El estado, o la capital?
-La capital,
por supuesto. Ahí es donde se toman las decisiones importantes, y ahí es donde
estarán las cámaras de televisión que necesitamos.
-¿Cuándo
dice “necesitamos”, se refiere a mí?¿Quiere ir usted… conmigo?
-No,
con Taylor Swift, no te fastidia… Pues claro que con usted: no se pensará que
una mula parlante va a conseguir audiencia en la CNN. Y mira que a la Fox han
acudido toda clase de criaturas, incluyendo sapos e invertebrados, pero creo
que será más fácil si habla usted por mí. Aunque yo también habré de ir, que
para algo la idea ha sido mía.
-Ummm,
en fin, reconozco que eso tiene toda la lógica del mundo.
-Hala,
pues venga, lléveme al Distrito Federal, que ya vamos tarde. Por cierto, le
aconsejo que se compre una furgoneta: ¿sabe lo mal preparado que está el
transporte público para desplazar mulas? Mira que estuve un tiempo en el
ejército, y allí nos trataban mejor…
UNOS MESES DESPUÉS
-Hola,
Francis, ¿qué tal?¿Te tratan bien en este establo que te he buscado?¿Te dan de
comer buena paja?
-No
está mal. Un poco sosa, quizá, pero, por lo demás, aceptable. Por cierto, sea
lo que sea lo que ha negociado con el dueño, ya no hace falta que le pague. Le
he dado un par de consejos sobre gestión financiera y, con lo que han
incrementado sus beneficios, mi hospedaje está más que pagado. Mira que en este
caso me ha venido bien, pero eso de Wall Street tiene últimamente más estiércol
que este establo. En fin, hablemos de cosas serias: J.D., me encantó lo que
dijiste contra Trump el otro día en las noticias. Creo que vamos por el buen
camino.
-¡Eso
mismo iba yo a decirte! Mira, de hecho, a raíz de haber salido en la tele, mira
quién ha venido.
-Hola,
buenas: me llamo Robert Kennedy Jr.
-Buenas,
encantado de conocerle. Perdone que no le dé la pata, la tengo un poco sucia.
-Oh,
no se preocupe. Últimamente todo está un poco sucio. Es porque la gente se mete
toda clase de porquerías en el cuerpo: vacunas, por ejemplo. Así está la
sociedad de mal.
-Creo
que no nos vamos a llevar del todo bien usted y yo -respondió la mula.
-Uy,
qué va. En mi familia siempre le hemos tenido simpatía a los burros. De hecho, mi
padre anduvo con burros toda su vida.
-Lo
primero de todo, yo no soy un burro, soy una mula. Y, créame, uno puede andar
con burros, con elefantes o con zarigüeyas, pero eso no obliga a nadie a
convertirse en un asno.
-Robert
me ha contado que tiene grandes planes -intervino Vance-. Y creo que podemos
jugar un papel muy interesante en ellos.
-¿Podemos?-alzó
una ceja Francis-. ¿Y quién me ha preguntado a mí?
-Si
le mostramos a la gente que hay una mula que habla -apuntó RFK Jr.-, podemos explicar
que eso es una prueba inequívoca de cómo las vacunas están afectando hasta a
los cuadrúpedos salvajes. Y por qué deberíamos empezar a consumir productos más
naturales: leche cruda, pollo clorado, cocaína…
-Oiga,
señor mío, el hecho de que yo sea capaz de sostener una conversación no tiene
nada que ver con las vacunas. No diga estupide…
-Además
-irrumpió Vance, entusiasta-, ¡a mí me han prometido un cargo de
vicepresidente!
-Ay,
Dios -se lamentó Francis.
-¿Puedo
pasar?-irrumpió en la habitación alguien naranja con una gorra roja en la
cabeza. Sorprendentemente, se escuchó un ruido apagado de aplausos enlatados de
fondo, aunque nadie sabía de dónde procedían.
-¡Hola,
Donald! Entra, entra -le indicó RFK, sin pedirle permiso a nadie más-. Te
quiero presentar a Frankie, el mulo que habla…
-He
dicho Fran… Buf, imposible -agitó la cabeza Francis, mientras bufaba con
hartazgo-. Y ahora viene aquí éste.
-Hola,
Frank -saludó el candidato presidente-. ¿Qué tal?¿Eres un buen mulo americano?
-Los
animales no tienen nacionalidad, señor Trump; a nosotros no nos admiten en el
registro electoral. En cambio, parece que el acceso a los documentos secretos
se lo dan a cualquiera.
-Ja,
ja, qué gracioso -rio Trump-. Y además, tienes razón, ¡qué mal anda este país!
Estas cosas en Rusia no pasan. Menos mal que estoy yo aquí para arreglarlo.
Frank, ¿quieres que nos hagamos una foto? La puedo publicar en mi red social.
-Eeehh…
-vaciló Francis, arqueando mucho el belfo superior-. Bueno, si no les importa,
pónganse ustedes del lado de mi grupa. Es que ése es mi perfil bueno.
-Venga,
chicos, vamos a hacerle caso. Sonreíd todos…
Francis
agitó la cabeza y miró al cielo como si fuera una cámara imaginaria con la que
pudiera comunicarse con el resto del mundo.
-Vaya
añitos nos esperan… Bueno, al menos tenemos una ventaja: no saben distinguir un
culo de una cara. Aunque sean tozudos como mulas… algo podremos hacer. Habrá
que…
-¡Oh,
Dios mío!, ¿qué es ese olor?
-Creo
que viene del… de detrás de la cola del mulo, señor.
-…
usar bien nuestras armas, incluso las que son un poco pestilentes. Como mínimo,
nos echaremos unas risas. Y, quizá, logremos algo más -guiñó Francis el ojo, acompañando
el gesto con una sonrisa-. ¡Amigos, iremos hablando!
¿CONTINUARÁ?
lunes, 26 de mayo de 2025
Las historias cortas de mayo: cada diálogo, una historia (I)
-¿Vas a participar en el sorteo del Día del Padre?
-No creo; el padre que tengo me gusta, y no me quiero
arriesgar a que me toque uno peor.
-¿Por
qué tecleas tan fuerte?
-Es para que en el escrito se oiga mejor.
-Le
condujiste al lado oscuro.
-No.
Sólo le ayudé a lidiar con los demonios.
-Aunque tú no me reconozcas, yo a
ti te conozco, y eso que no sabes lo que has cambiado físicamente desde
entonces.
-Entonces ya sabes por qué llevamos sin vernos tanto tiempo ;)
-Calle “Virgen de la Oliva”. ¿Tú crees que la virgen cabe en una aceituna?
-¿Por qué no? Si Dios es omnipresente, ¿la virgen no puede ser olivo-presente?