Morgana
Morgana
no tuvo otro remedio. Si Merlín no la amaba, y en estos mundos, el no-amor resulta
equivalente al odio y la muerte, ¿en quién podía refugiarse? Tuvo que confiar
en Cthulhu. Se resignó a abrir la puerta a un sinfín de criaturas alienantes, y
contemplar con dolor –incluso de lo que idolatraba- la destrucción y la muerte.
Pero Cthulhu tuvo una idea más interesante. Pensó que sería mucho mejor si
tomaba a Morgana, si la poseía, y de esta manera, desde dentro de la misma,
llevaba a cabo sus fines. Y así comenzó el juego, que aún perdura.
A
Morgana no le dejaron opciones. Fue una forma como cualquier otra de defensa. Nada
de esto hubiera ocurrido si le hubieran permitido simplemente amar y ser amada.
Morgana
pudo ser otra…
Morgana, el personaje al que le hemos dedicado la entrada del blog esta semana, pertenece al arquetipo de mujer fatal. Una de las cosas que más me gustó de escribir "En la noche de la ciudad sin náufragos" es que me ha permitido jugar con esta figura, que en el cine negro han tenido el honor de encarnar actrices tan destacadas como Lana Turner, Rita Hayworth, Barbara Stanwyck o la -esplendorosamente mostrada en portada- siempre fascinante Verónica Lake. ¿Y vosotros/as qué opináis?¿Cuál es vuestra "mujer fatal" preferida, en el cine o en la literatura, en los viejos tiempos o hace unos años?¿O qué tipo de mujer fatal querríais ver? Espero vuestras sugerencias
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