lunes, 13 de abril de 2020

La historia real y las recomendaciones de abril. Historias de gamba-mantis.

Muchos habréis leído los descacharrantes cómics de The Oatmeal (si no los conocíais, éste es un buen momento para iniciaros). En concreto, si todavía no lo habéis leído, os encarezco a que abráis esta desopilante página acerca del que probablemente va a convertirse en vuestro animal favorito a partir de ahora: la gamba-mantis.

Pero es que vuestra sorpresa va a ser mayor (al menos, la mía lo fue) cuando me encontré un párrafo apasionante sobre el mismo tema, cómo no, en una obra de Terry Pratchett. Muchos ya conocéis a este autor, creador del universo fantástico del MundoDisco. Pues bien, nuestro buen amigo Terry, junto con los divulgadores científicos Ian Stewart y Jack Cohen, decidió crear un libro titulado "La ciencia en el MundoDisco" (por desgracia, creo que disponible sólo en inglés), en la cual unos inconscientes magos crean de manera casi accidental un nuevo universo... que, casualmente, posee leyes físicas muy similares a las de nuestro particular cosmos, y donde surge un planeta azul, repleto de volcanes, posiblemente habitables... y, para su estupefacción, irreverentemente esférico, cosa que a los habitantes de este terraplanista mundo les resulta chocante.

Por supuesto, el libro (del que más tarde se editarían al menos dos continuaciones) se convierte en una excusa para hablar sobre ciencia, incluyendo temas tales la creación del universo, los planetas, la vida y todo lo demás. En "lo demás" se incluyen también las gambas-mantis. Traduzco una sección del libro:

<<¿Tienen mente los animales? La tienen hasta cierto punto, dependiendo del animal. Incluso los animales más simples pueden tener habilidades mentales sorprendentemente sofisticadas. Uno de los más sorprendentes es una  divertida criatura llamada gamba mantis. 

Es como las gambas que pones dentro de un sándwich y te comes, excepto porque mide unos doce centímetros de largo y es más compleja. Puedes mantener una gamba mantis en un tanque como parte de un ecosistema marino en miniatura. Si lo haces, descubrirás que las gamba mantis causan estragos. Tienden a destruir las cosas -pero también construyen cosas. Una de las cosas que les encanta construir son túneles en los que viven. La gamba mantis es un poco arquitecto y decora la parte frontal de su túnel con piececitas y trozos de cosas -especialmente trozos y piezas de lo que acaba de matar. Trofeos de caza. No le gusta tener un único túnel -se ha descubierto que si tienes un túnel con una sola entrada es más correcto llamarlo "trampa". Así que le gusta tener también una entrada trasera -y más. Para cuando lleva en el tanque unos dos meses ha plagado todo el tanque de túneles y la verás asomando la cabecita por un extremo o por el otro sin haberla visto pasar por medio.

Hace años, Jack solía tener una gamba mantis llamada Dougal. Jack y sus estudiantes descubrieron que podían ponerle rompecabezas a Dougal. Le dieron gambas y salía a atraparlas. Entonces pusieron las gambas en un contenedor de plástico con tapa y, después de un rato, Dougal quitaba la tapa del contenedor y se comía las gambas. Después, pusieron una goma de plástico alrededor de la tapa para sujetar la caja, y Dougal aprendió a quitar la banda y abrir el contenedor para comerse las gambas. Tras un tiempo, si le ponías una gamba sin más casi podías ver a la gamba mantis saliendo y mirarla decepcionada, "No me han dado un rompecabezas. No tiene gracia. ¡No quiero jugar a este juego!", le echaría una larga mirada a la gamba y volvería a su túnel sin cogerla.

A pesar de que no se nos ocurre una manera de probar esto, todo el mundo se queda con la sensación de que la gamba está desarrollando algo parecido a una mente>>.

Conclusión: para cuando nos extingamos, tenemos un claro heredero en la cúspide de la pirámide de la cadena evolutiva. La parte mala es que se gasta tanta mala leche como nosotros.

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