lunes, 18 de mayo de 2020

La historia corta de mayo: "Espinilla"


-¡Déjame quitarte la espinilla!
-¡No!-protestó el marido-. ¡Esa espinilla no!¡Esta vez va en serio!¡Te lo aseguro!¡Si me la arrancas, me sucederá algo terrible!
-¡Quita, quita!¡Exagerado!
La mujer depositó las uñas alrededor de la pústula infecta y tiró. Entonces, para su sorpresa, comenzó a salir agua. Salió tanta y con tanta profusión, que se le inundó el salón. Pero lo más extraordinario del todo sucedió con su marido: se empezó a deshinchar como un odre, arrugándose y volviéndose más pequeño cada vez. Al final la mujer se quedó con la piel en la mano, como una especie de toalla de mano gastada y, lo peor de todo, sin saber qué hacer con ella.

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