Recordaréis que alguna vez os he mencionado Sinopsis de cine, un proyecto desarrollado por el escritor Ángel Sanchidrián a través de Facebook (y más tarde mediante dos libros), en el que hace resúmenes descacharrantes de toda clase de películas habidas y por haber. El otro día vimos un film que requería explayarse sobre sus cualidades artísticas dignas del la Academia Cinematográfica de Alpedrete, y qué mejor que explicarla a través de un tributo a ese estilo que tantas risotadas nos ha provocado. Allá va: que os haga tener ganas de ver la peli... o no.
Bueno, pues hoy hemos visto "Willy's Wonderland" y os vamos a contar un poco.
La película va de Nicholas Cage, que se le estropea el coche y acaba en el típico pueblo de Estados Unidos donde lo más divertido que te puede pasar es ver un arbusto rodando. Entonces a Nick, que de pelas anda como el bolsillo de Elon Musk después de comprar Twitter, le ofrecen que se pase limpiando una noche un parque infantil mugroso y abandonado, mezcla de un Toys R Us chungo y del típico McDonalds, y así paga la reparación. Lo que ocurre es que el pueblo está maldito, y que el parque infantil está lleno de criaturas demoníacas que quieren comerse a la gente, pero al precio que están los mecánicos, ni tan mal. Además, los pueblos malditos en EEUU son como la comida basura: son sus costumbres, y hay que respetarlas, y podría ser peor y tener piña. Pero Nick Cage no se achanta: si ha sido capaz de pasar por los peores garitos de Hollywood, incluyendo sus propias películas, podrá con esto. Así que se pone a currar con un horario prusiano: cincuenta minutitos limpiando, descanso, una latita de Red Bull, unos jueguitos en las maquinitas, y de vuelta al tajo. Si le aparece un robot mecánico con forma de cocodrilo que quiere matarle, él no altera su programación: el convenio es el convenio, y si no te gusta, protéstale al sindicato. Los monstruos son un variadito: está Fonso el León Loco, Rita la Hormiga Taradita, el lagarto Juancho después de su reunión de Alcohólicos Anónimos, Julia Roberts antes de cobrar el cheque, y la mitad de los muñecos de José Luis Moreno. En medio se mete una pandilla de criminales juveniles que quieren ayudarle, pero Nicholas Cage anda muy metido en su empeño de ser el actor mejor pagado por palabra, y ha conseguido batir el récord aunque le hayan dado el sueldo en caramelos.
La película está muy bien porque tiene de todo: su maldición relacionada con psicópatas, su secta de aldeanos que entrega a los forasteros a la muerte (porque para eso están los forasteros), y la típica parejita adolescente que se pone a darle a la gominola en medio de un lugar lleno de monstruos homicidas, porque, total, es el mismo ambiente que el Hogar del Jubilado, y no es que haya muchos sitios en la aldea para frungir como monos locos.
Los actores están muy bien porque son casi todos amateurs y aun así actúan tan bien como Nicholas Cage, y los efectos especiales son las atracciones descartadas de la última verbena de tu pueblo, pero con algo menos de roña, que es lo que le da calidad a la película.
Te la recomiendo si te gusta frungir como monos locos o cumplir un horario prusiano de acuerdo al convenio.
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